top of page
Buscar
  • inpuertoricomagazine

ELLEN WOUTERS


“ME SIENTO COMO UNA MADRE PARA MI GRUPO DE TRABAJO”

La posibilidad de cambiar cientos de vidas fue razón suficiente para que Ellen Wouters abandonara la comodidad en la que vivía en Inglaterra e hiciera una pausa en su carrera laboral para mudarse a Haití.


“Tomé la decisión en 24 horas. Se trataba de ascender en mi carrera o cambiar las vidas de las personas; entonces, fue una decisión fácil de tomar. Entendí que podía afectar más las vidas de las personas yendo a Haití que quedándome en Europa”, sostiene la gerente general de Marriott Port-au-Prince, en Haití.

Fue así como, desde febrero de 2014 –fecha en la que se inauguró la hospedería–, se ha convertido prácticamente en la “madre” de más de 100 empleados. Considera que la oportunidad laboral para sus asociados es mucho más que poner un plato de comida en sus mesas; es la posibilidad de superación, de obtener un mejor futuro, de creer en ellos, de no rendirse.

“Me siento como una madre para todo mi grupo de trabajo. No hay mayor satisfacción que verlos desarrollarse, escalar posiciones…, porque sabes que has sido parte de ese crecimiento. Hay empleados que llegaron aquí y no hablaban inglés y ya lo dominan; otros que los mueven del área de limpieza a la recepción... Eso para mí es fantástico y bien gratificante”, revela emocionada.

La ejecutiva, quien ha laborado por más de 30 años para la cadena, no solo ha transformado las vidas de los empleados, sino que, con su equipo, se ha involucrado en iniciativas a favor del mejoramiento del país. Por ejemplo, en colaboración con la fundación Andrew Green, logró que estudiantes de una escuela muy desventajada visitaran el Marriott y tuviesen una experiencia educativa y entretenida.

“Les hablé sobre el hotel y las oportunidades de empleo que tienen, porque en muchas ocasiones ni siquiera saben que tenemos tantas. Les dimos entrenamiento (destrezas básicas para una entrevista, finanzas…), un certificado y les preparamos almuerzo. Cuando salieron de aquí estaban esperanzados, vieron que hay oportunidades, pudieron visualizarse trabajando aquí. Eso es lo más hermoso, ver la esperanza en sus rostros”, afirma la ejecutiva holandesa acerca de la hospedería, que acoge, mayormente, a misioneros, personas que trabajan en la infraestructura del país y la diáspora que regresa a ayudar a su familia.

Wouters también colabora con el orfanato Nos Petit Frères et Sœurs, donándole ropa y kits sanitarios. Además, para ayudarle a crear un negocio y a ser autosostenible, periódicamente el hotel compra tarjetas de agradecimiento preparadas por los niños, que son regaladas a sus clientes VIP.

Otra población que a menudo es olvidada y que preocupa a Ellen son los ancianos. Por eso, junto a sus asociados, colaboró en la restauración del hogar de ancianos de la comunidad. “El asilo no estaba funcionando adecuadamente y le instalamos líneas de gas para que pudieran cocinar. A través de la embajada holandesa pudimos conseguir las bombas de agua y mi equipo de técnicos las instaló”, destaca quien inicialmente fungió como directora de operaciones del hotel.

“Estoy muy contenta de poder hacer algo bueno, para eso vine. Me encanta lo que hago y aquí puedo cambiar las vidas de las personas y dar la posibilidad de un futuro a los niños”, dice.

Enfocada en fomentar educación, salud y economía

La ejecutiva no solo ha sido parte fundamental para que sus empleados se superen, sino que, junto a su equipo, trabaja activamente para fomentar la economía y salud del país.

“Cuando llegué, veía botellas de plástico en la calle y comenzamos a orientar a nuestros empleados para que no tiraran basura y reciclaran. A su vez, ellos se los dicen a sus familias. Mientras más reciclemos es mejor para el país”, indica sobre el proyecto que comenzó el año pasado y que convierte al hotel, expresa, en el primero de la región que recicla plástico.

Otra iniciativa que le produce gran entusiasmo es su apoyo a la economía, tratando de que el Marriott adquiera productos locales. Es por ello que ha hecho negocios con Harry’s Legumes, que suple gran parte de las frutas y vegetales que se consume en la hospedería. Asimismo, ha visitado granjas avícolas para asegurarse de que cumplan con los estándares de calidad del hotel y poder comprar sus productos.

El futuro aún es incierto para Ellen. Quizás regrese a Europa a reunirse con su familia; aún no lo sabe. De lo que sí está segura es de que Haití siempre estará en su corazón y que nunca se arrepentirá de la experiencia que le ha cambiado la vida a ella y a cientos de haitianos.

bottom of page