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LEMLOREN Y LA PRODUCCIÓN CIRCULAR

Por Paula Andrea Alvarez

En Puerto Rico se pueden hacer textiles ciento por ciento sostenibles, y el lujo está incursionando cada vez más de lleno en esta práctica. Así lo deja claro la diseñadora Lemaris Lorenzo.



Lemloren, marca de la creativa Lemaris Lorenzo, destaca por la confección de piezas que enfatizan la atención al detalle de alta calidad artesanal y la incorporación de prácticas de trabajo sostenibles que incurran en un mínimo impacto ambiental.

Como profesora de tecnología del textil y sostenibilidad en la International Fashion Academy, en París, es esencial que su objetivo en Lemloren sea incorporar nuevos métodos a favor del medioambiente, tanto en los textiles como en el proceso de desarrollo de la marca.


“Es un proceso arduo y lento, pero muy gratificante. Nuestro objetivo ha servido para continuar brindando conocimiento sobre el tema a otros”, comparte la diseñadora, quien formó parte recientemente de la Fashion Revolution, en Francia, y de la Semana de la Moda Sostenible en San Francisco, California.


“Parte del proceso de confección de nuestras prendas es la reutilización de textiles restantes”, dice Lemaris, que ha vivido en París en los últimos años y a quien la pandemia sorprendió en Puerto Rico. Desde entonces ha tenido la oportunidad de trabajar una colección completamente local y 85 por ciento sostenible.

Su colección Eté nace de la inspiración de sus raíces caribeñas y sus vivencias en la "Ciudad de la Luz", y son interpretadas en una colección de pañuelos que recoge la esencia de la marca.



La fabricación del textil en Eté es a base del suprarreciclaje, una tendencia global que apuesta a la transformación de materiales de desechos en nuevos productos o tejidos rediseñados.

Se le conoce al suprareciclaje como la reutilización creativa, el aprovechamiento de productos, materiales de desecho o residuos para fabricar nuevos materiales o productos de mayor calidad, mayor valor ecológico y mayor valor económico.


"Quería que nuestro producto no solo fuera de fibras naturales, sino que pudiese generar mayor impacto de manera innovadora. De igual forma, la impresión del estampado sobre la tela es a través de una inyección de tinta que contribuye a bajar el costo medioambiental del producto terminado, lo que favorece la sostenibilidad”, explica. Este textil se elabora completamente en Puerto Rico.



La diseñadora dio a conocer su interés en el trabajo sostenible cuando presentó en París, durante la Semana de la Moda, una colección hecha en su totalidad de textiles reciclados.

Al momento, su marca cuenta con Eté y Vert, una línea de t-shirts realizadas con retazos de textiles reciclados de la producción de mascarillas. Su objetivo es continuar generando un modelo de producción circular.


"Estar conscientes es un acto de amor con nosotros mismos y el medioambiente".
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