DOPE TAVIO Y SU FLUIDEZ ARTÍSTICA
Por Lorna Zayas Rodríguez · Fotos Vincent Marc.
Cada vez más nos adentramos en un mundo, especialmente inspirado por las nuevas generaciones, que no hace caso a las diferencias, que decide unir en vez de separar.
Las definiciones de lo que es ser hombre y ser mujer, y los roles tradicionales de esos géneros son consistentemente cuestionados y retados, y posiblemente no hay otra persona que plasme mejor esto en la moda que el diseñador de ascendencia boricua Dope Tavio, nombre artístico con el que Octavio Aguilar se adentra en un estilo que es cualquier cosa menos restringido.
Las piezas que normalmente se destinan para cada género no tienen en Dope Tavio esa limitación. Una falda y un vestido vaporoso pueden ser llevados por quien lo desee, y así las imagina y las crea Dope. No hay blancos ni negros en el mundo plasmado de arte que comparte, sino muchos tonos de gris. Hay fluidez y hay libertad, tanto personal como creativa.
“Mi ropa no tiene género, así que no tengo idea de quién va a terminar llevándola. Mis clientes son artísticos y les gusta llamar la atención tanto en el día como en la noche”, expresa el creativo, cuyas espectaculares piezas hermosean esta edición de nuestra revista.
No solo se muestra esta fluidez en la apertura de lo que debe vestir un hombre y una mujer, sino en lo que es estar bien vestido. El street wear, el estilo urbano, el modo callejero neoyorquino, el “hood” de latinos y negros, matizado con el look usado en los clubes nocturnos de la ciudad en la década de los noventa, es elevado en la mente y las manos de Dope, palabra que significa “cool” en el argot callejero. La “alta costura callejera” es un término interesante para intentar describir su visión artística.
Janet Jackson, Erykah Badu, Shirley Manson, icónica cantante de la banda Garbage; la boricua Ivy Queen y la rapera estadounidense Sharaya J; esta, la primera famosa que lució sus piezas en el vídeo Big y quien es su musa, son algunos de los que han llevado las creaciones del artista, cuyo físico –gracias a su distintivo bigote rojo– es tan único como sus manifestaciones creativas.
“Lo que estoy viviendo es un sueño. Estos son los artistas que siempre he admirado, son leyendas… En algunos de ellos, quizás, deseé ver alguna de mis piezas cuando era un diseñador más joven, así que, definitivamente, es un sueño hecho realidad”, dice Dope Tavio, para quien el look urbano es una manifestación natural de sus vivencias.
“Me siento identificado con él. Me crié en Nueva Jersey y Nueva York en los años noventa, y he sido influenciado con todos los géneros de la música, el pop y la cultura callejera. Dope Tavio es una mezcla del hip hop y el punk de los noventa. Es vanguardista, pero siempre con elementos de calle”, apunta.
Su momento predilecto para trabajar es tarde en la noche o temprano en la mañana, y su espacio de creación es uno solitario.
Casi cualquier tipo de material puede convertirse en parte de sus piezas. Telas no convencionales, retazos, beads, imperdibles, ropa vintage y reciclada toman un significado nuevo en sus creaciones, definitivamente hechas para el que no es tímido.
Son piezas editoriales, únicas y, al verlas, se capta el sello inconfundible de Dope Tavio, quien vivió gran parte de su adultez en Miami y tiene grandes recuerdos de las estadías con sus familiares en Puerto Rico.
Un camino no lineal
Desde sus veintitantos, y hasta hace un par de años, Octavio residió en la ciudad
de Miami, donde laboró –con mucho éxito– como decorador de interiores.
El interés que tenía desde su adolescencia en el diseño de modas, cuando les hacía vestidos a amigas y familiares, quedó algo relegado por esta nueva manifestación artística, pero las ganas de crear ropa nunca abandonaron su mente.
Su regreso a Nueva York se dio con la creación, hace apenas poco más de dos años del nombre Dope Tavio, con el que a sus cuatro décadas de vida experimenta una vida e impulso nuevos.
Instagram es la red social que más ha ayudado a Dope Tavio a dar a conocer sus creaciones. Desde su lanzamiento, su cuenta captó las miradas de muchos y, pronto, artistas, influencers y stylists estabn luciendo sus creaciones, que también han sido mostradas en editoriales maravillosos de publicaciones como Billboard Magazine, Vogue Brazil y Elle Bulgaria.
La influencia que su trabajo como decorador de interiores ha ejercido en esta nueva etapa como diseñador de modas ha sido sutil, considera.
“Ha sido algo bien orgánico… Había estado diseñando estas grandes piezas editoriales, innovadoras y de vanguardia, y con toneladas de volumen, y no me había dado cuenta hasta que el arquitecto Benjamín Noriega Ortiz me dijo: ‘Tus piezas ocupan tanto espacio como aquellas en el diseño (de interiores)’. Ahí fue cuando todo me cuadró y empecé a ver más elementos de diseño en mi ropa”, expresa quien vive uno de los momentos más significativos de su vida y quien no para de soñar en grande.
“Veo algún día el nombre ‘Dope Tavio’ en luces, brillando, en el medio de Times Square. Voy a empujar esto –asegura, convencido– tan lejos como pueda”.
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