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RAQUEL BERRÍOS DE DISEÑADORA DE TEXTILES A CANTANTE DE BUSCABULLA


Raquel Berríos, cantante de buscabulla
Raquel Berríos

¿Qué significó para ti cumplir 40 años y qué cambios notables trajo ese número en tu vida?

Significó mucho, considerando que cuando cumplí 30 estaba en una depresión profunda. Me sentía perdida, sin propósito, y cuando cumplí 40 fue todo lo opuesto. Me sentía satisfecha con lo que había logrado: encontrarme a mí misma, encontrar la disciplina para hacer lo que quería hacer, haberme fajado con mi hija, lo que había construido con la banda (Buscabulla)… Aprendí qué darle al cuerpo y qué no darle, qué darle a la mente y qué no darle. Siento que por fin tengo el sartén agarrado por el mango. Es cierto eso que dicen de que empiezas a vivir después de los 40.


Define “transformación”...

Siento, creo, que no es algo pasivo. La transformación es algo intenso. Tiene que haber un compromiso, una toma de decisión y, cuando se toma esa decisión, es literalmente un cambio de estilo de vida. Es como cambiarle los muñequitos a tu mente, tu forma de ver las cosas.


¿Qué te llevó a cambiar de carrera?

Cuando cumplí 30 me dio una especie de crisis. Trabajaba en una oficina de diseño de textiles en Nueva York. Me veía y decía qué va a ser de mi vida. Estoy en este trabajo que me gusta, pero no me satisface. En ese momento, el que ahora es mi pareja, Luifre, me invita a hablar con una budista. Ella me dijo que pasó por lo mismo y me invitó a “chantear” con un grupo... Ese chanting me transformó. Cuando hacíamos el chant me decía: “Quiero que lo hagas por tu sueño más loco”, y me di cuenta de que ese sueño era hacer música, cantar y producir. La primera vez que lo vi en mi cabeza hasta me dio miedo, pero seguí chanting... Bien poco a poco empecé a hacer música. Mi proceso fue gradual y lento, pero así mismo empecé a hacer. Lo empecé como un hobby mientras seguía en mi trabajo. Nos iban cayendo más y más guisos, la gente nos empezaba a invitar a viajar y tocar fuera… Empecé a estar menos días en mi trabajo hasta que nos firmó una disquera. Luifre dijo: “Vámonos a Puerto Rico y vamos a meterle a la banda por completo”. Eso fue en 2018. Hacer música a tiempo completo me tomó siete años, pero siete años donde le dimos duro y nunca paramos de tener fe y creer que era posible.


De diseñadora de textiles a cantante, a romper tarima con Bad Bunny… Háblanos del proceso.

Estas cosas que he hecho han traído verdadero gozo a mi corazón. Todas han sido espacios de expresarme, espacios de cosas que me traen felicidad. Es lindo cuando empiezas a hacer algo como un hobby y le vas cogiendo el piso, y te vas poniendo más dura, y vas cogiendo confianza... Esa primera vez que toqué estaba tan nerviosa... De decir: “Tengo una bandita” a pararme delante de 18 mil personas y cantar con Bad Bunny… What!? Lo difícil es mantener la disciplina. No solo es la disciplina de comer bien, de hacer ejercicios, de practicar el canto, de trabajar todos los días para tratar de hacer el mejor trabajo que uno puede hacer... La disciplina también está en el cuento interno, en la mente. Vengo de una casa donde tuve una crianza en la que había mucha crítica, y puedo ser mi peor enemiga... Me he dado cuenta de que la gente que tiene éxito es la gente que cree; es solamente creer que es posible.


¿Arrepentimientos?

No me gusta tener arrepentimientos... Lo único que diría es que a lo mejor me hubiese gustado encontrar esta pasión más temprano en mi vida. Me atreví a hacer música después de los 30, y a lo mejor me hubiese gustado no haberme hecho cuentos en mis veinte y hubiese aprovechado mejor mi juventud, mi energía. Pero no puedo cambiar nada ya y estoy aquí, y estoy en mis cuarenta, y me gusta porque el reto es tratar de hacer esto como si estuviera en mis veinte. Definitivamente, no debemos reprimir nada, debemos dejar que salga. Mientras más temprano mejor, porque siempre estarás viviendo tu verdad.


LA GENTE QUE TIENE EXITO ES LA GENTE CREE, ES SOLAMENTE CREER QUE ES POSIBLE

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