¿PUEDES MODIFICAR EL RIESGO DE TENER CÁNCER DE SENO?
Por Dra. Anna Di Marco Serra
Oncóloga, Centro de Cáncer de la Mujer
Parir antes de los 30 años, lactar por tiempo prolongado, evitar la hormonoterapia para la menopausia, mantener un peso adecuado y hacer ejercicios son algunas de las cosas que podrían marcar la diferencia.
Aunque el cáncer de seno no se puede prevenir, pues se debe a múltiples factores ambientales y genéticos, podríamos ayudar a minimizar el riesgo de sufrir este mal haciendo algunas modificaciones.
Hay evidencia científica de que la obesidad aumenta el riesgo de tener cáncer de seno. Esto, porque muchos de los cánceres de seno se alimentan de estrógeno y progesterona, las hormonas de la mujer.
Cuando somos jóvenes, los ovarios producen la mayor parte de los estrógenos, pero, después de la menopausia, estas hormonas son producidas en la grasa abdominal. Si estamos obesas, producimos más estrógeno y progesterona, lo que da un posible alimento a las células de cáncer de seno.
Los estudios han demostrado que la actividad física o ejercicio ayuda a disminuir el riesgo de padecer cáncer de seno, especialmente en las mujeres postmenopáusicas. Esto puede ser debido a que, al bajar el exceso de grasa en el área de la cintura, disminuimos la producción de estrógeno y progesterona. Se recomienda el ejercicio vigoroso de 30 minutos al menos tres veces en semana para disminuir el riesgo de padecer de cáncer de seno.
Por otro lado, estudios también han demostrado que tener hijos después de los 30 años podría aumentar el riesgo de tener cáncer de seno. Este aumento se ve también para las mujeres que nunca tuvieron hijos. Tener múltiples embarazos y tener los hijos a temprana edad parecen ser factores protectores contra este tipo de cáncer.
La lactancia prolongada también podría ayudar a bajar el riesgo de tener cáncer de seno. Se ha evidenciado que las mujeres que lactan a sus hijos por más de un año y medio podrían tener menos riesgo de sufrir de este cáncer. Se entiende que, al tener menos periodos menstruales debido a la lactancia, hay menos exposición a las hormonas estrógeno y progesterona, y un eventual desarrollo de cáncer de seno.
El uso de terapia hormonal para aliviar los síntomas de la menopausia en las mujeres ha sido asociado a un aumento de cáncer de seno. La terapia combinada de estrógeno y progesterona puede acelerar el desarrollo del cáncer, y su efecto podría perdurar años después de haber dejado las pastillas.
Se recomienda usar métodos alternos para ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia que no estén asociados al uso de pastillas hormonales. Date duchas frías, toma líquidos fríos, medita y haz yoga.
Es importante que sepas que, aunque hagas modificaciones en tu estilo de vida y lleves una vida saludable, podrías padecer cáncer de seno, ya que este puede ser causado por factores ambientales y genéticos. Visita tu médico anualmente y hazte tu mamografía. Esto podría salvar tu vida.