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  • inpuertoricomagazine

SOY MÁS GRANDE QUE EL CÁNCER... SOY MAMÁ


TANIA CRISTINA ROBLES


La aceptación, el amor y las energías positivas le han permitido llevar una perspectiva de vida distinta para batallar el cáncer, sanar y dedicarse a ser madre. “Entendí que esto tenía un propósito. Tenía que pasar por esto (metástasis cerebral), y tan pronto yo saliera de esto mi vida iba a ser muchísimo más grandiosa”, expresa la madre de dos al recordar el momento de visualización propia en el que supo que su rol en la Tierra aún no terminaría.

El sentimiento de miedo dejó de habitar dentro de Tania Cristina Robles como consecuencia de las diversas pruebas que la vida le ha presentado en el camino. “Cuando tú sobrevives la muerte una vez, tú le pierdes el miedo”, declara la sobreviviente de cáncer de seno y actual paciente de metástasis cerebral.

Para su sorpresa, el último diagnóstico reveló la desaparición de los tumores que se alojaban en su cabeza. Este milagro significó una pequeña victoria contra todos los médicos que se han dedicado a colocar la vida de Tania en una línea de tiempo. No obstante, su condición médica es de por vida, y el enfoque principal de sus energías está en la búsqueda constante de un estilo de vida lleno de amor y paz.

Es por eso que, además de practicar Reiki y yoga, una de las técnicas que constantemente utiliza es transmitir amor a las personas que le rodean, especialmente a sus pequeños, siendo la mente su principal método de envío. “Mi miedo más grande no es si yo sobrevivo o no el cáncer, es que yo aprenda a sanar mi espíritu (…). Cuando yo estoy enviando amor, la que está sanando al final del día soy yo”, asegura con una presencia energética.

Si algo hay claro en la mente de esta guerrera es que, a fin de poder ir de la mano, cuidar y velar los pasos de sus gemelos, Maximiliano y Catalina, debe atender su necesidad de estar sana primero. “Quiero estar con ellos, pero yo estoy primero… por lo menos en este proceso de sanación que yo tengo”, aclara en tono fuerte.

En cambio, una de las cualidades involuntarias que nacen en la madre moderna y trabajadora es posicionar a los niños por encima del bienestar propio, lo que muchas veces puede provocar un efecto de dejadez en el cuidado personal de la madre que labora fuera de la casa.


Curiosamente, Tania Cristina recuerda un momento en el que visitó el hospital para recibir una quimioterapia mientras luchaba contra el cáncer de mama y se percató de que todas las mujeres allí eran madres y trabajaban. El descubrimiento de ese “trauma” o responsabilidad que tiene el género femenino al querer lograr ser madre y trabajadora ejemplar al mismo tiempo la llevó a darse cuenta de que no puedes ser la mejor versión de ti en ambas cosas. "You can’t be your best at both”, dice.

El futuro de Maximiliano y Catalina

Así como el mundo se ha encargado de preparar a Tania Cristina con diversas pruebas de vida, también ha preparado a sus gemelos, quienes, dadas las experiencias que han tenido desde muy temprana edad, podrán respetar y ver la vida de una manera distinta. “Ellos no van a ser nenes normales y no le van a tener miedo a un montón de cosas”, comenta con euforia.

De hecho, imaginar el futuro es parte de la naturaleza humana y, con brillo en sus ojos, Tania Cristina comparte su visión de Maximiliano y Catalina como líderes empoderados y creadores del nuevo mundo que se aproxima. Como producto de las lecciones que les enseña a diario, asegura que podrán lograr grandes cosas y que, como hermanos, trabajarán en conjunto.

“Yo creo que ellos van a ser algo bien grandioso y yo quiero estar viva para ver eso. Quiero ver si todo lo que yo me imagino, en verdad va a pasar. De toda la vida, mi deseo es que sean unas personas poderosas, de bienestar, creadores de este mundo y que no le tengan miedo a nada. De noche me quedo mirándolos y digo: “wow! Respiran, están vivos, yo estoy viva…”, remata.

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