top of page
Buscar
  • inpuertoricomagazine

SOFIA STOLBERG PRESIDENTA DE PILOTO 151

Por Tamara Ortiz Rivera | Foto Daniel Morris


Sofia Stolberg, Women in Power

Para los que han tenido la oportunidad de conocerla, Sofia Stolberg es una joven visionaria, la presidenta de Piloto 151, una empresaria que ofrece mentoría a quienes sueñan con posicionarse en el mundo laboral. Sin embargo, en su hogar, ninguno de esos títulos la llena. En su casa es la mamá de Chloé Lucía (4 años) y Zoé Lucía (nueve meses), título que para ella es más que suficiente.


Sofia compara su rol de madre con el de cualquier empresario. “Los empresarios casi siempre nos lanzamos a emprender porque queremos cambiar el status quo, porque queremos resolver las necesidades nuestras y de otros, porque queremos impactar positivamente al mundo que nos rodea, pero todo empieza por el individuo. La maternidad es la manera más pura de contribuir a una mejor sociedad”, dice.


Asimismo, afirma que el nacimiento de sus niñas ha cambiado radicalmente su vida y le ha enseñado a dar importancia a lo que realmente la merece.


“Después de parir a Chloé, me invadió el sentimiento de que no había nada que no pudiese lograr, tanto a nivel personal como profesional. Luego de que nació Zoé, ahí sí que me sentí como una superheroína. Y es que no hay nada más retador y gratificante que criar a otros seres humanos. La maternidad te llena de confianza, pero también de humildad. Te pone todo en su justa perspectiva, te obliga a cometer errores y aprender de ellos rápidamente, te enseña a priorizar y negociar, a comunicar con empatía y amor”, reconoce, mientras admite que su primogénita heredó las cualidades de líder de ella y su madre.


Para Sofia, el legado más valioso que puede dejar a sus pequeñas es motivarlas a trabajar duro por sus sueños. “Quiero que me recuerden como una mamá amorosa, divertida y alcahueta. Si además de eso aprenden a luchar por sus creencias con determinación y convicción, y se atreven a perseguir sus sueños y a dejar el mundo un poquito mejor de lo que lo encontraron, estaré segura de que les pasé el legado que mi mamá me pasó a mí y que su mamá le pasó a ella”, manifiesta.



Cuando fundó Piloto 151 junto a su hermano, Juan Carlos Stolberg, lo hizo para llenar una necesidad personal, encontrar un espacio donde pudiera reunirse con otras personas en un ambiente que no se sintiera como la típica oficina, sino que fuese más flexible y motivador.


Ambos tenían la encomienda de apoyar el negocio familiar de bienes raíces, así que decidieron hacerlo desde el segundo y tercer pisos de un edificio al lado de la alcaldía en el Viejo San Juan. Sin imaginarlo, ese lugar se convirtió en el primer espacio de coworking en Puerto Rico.


Sin embargo, durante los pasados seis años, el negocio se ha convertido, más que un espacio de trabajo en conjunto, en un lugar que ofrece lo que necesitas, si tienes el sueño de emprender.


“Ofrecemos membresías flexibles para empresarios y profesionales (desde oficinas virtuales para uso de la dirección, permisos y manejo de correspondencia) hasta planes de trabajo en espacios abiertos y oficinas privadas”, expresa.


“Además, servicios como incorporación y gestión de permisos, búsqueda de talento, y servicios de tecnología y diseño. La idea es que profesionales puedan delegar lo que no está directamente atado a sus empresas y se enfoquen en crecer. Por último, desde nuestros inicios siempre fuimos la casa para los startups. Hacemos todo tipo de evento empresarial y de tecnología para nuestros miembros y la comunidad, para continuar apoyando al fortalecimiento del ecosistema corporativo en la Isla”, agrega acerca de la compañía, que cuenta con cuatro nuevas localizaciones.

bottom of page