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LILY JAMES “CADA PERSONAJE FORMA PARTE DE LO QUE SOY”
Por Fabián W. Waintal.
Viajamos hasta el lejano Oriente para encontrarnos con Lily James en medio del cuarto Festival Internacional de Cine de Macau.
En una conversación cálida y abierta, la joven actriz hizo un repaso de momentos vividos en la fantasía del cine, al interpretar a la Cenicienta y la versión joven de Meryl Streep en Mamma Mia, y en Netflix, que le ha dado la oportunidad de ser parte de un remake de la película Rebecca, de Alfred Hitchcock.
¿Cómo compara la superproducción de Disney Cinderella y tu próximo filme, Rebecca, de Netflix? Trabajar con Netflix es maravilloso, porque permite que los directores y productores trabajen libremente. Son muy generosos. Tuve dos experiencias con Netflix y fueron muy buenas. Y ahora están estrenando también en cine… Lo triste con Netflix era pensar que las películas no se verían en una pantalla grande, pero ahora lo están haciendo. Eso me parece genial. Además, apoyan mucho el cine independiente.
¿Cuán diferente es tu trabajo en cine versus en una plataforma como Netflix? Creo que es igual, incluso en el teatro. La gente piensa que hay una gran diferencia entre el teatro y el cine, pero no sé si sea así. Obviamente se necesita proyectar más la voz sobre un escenario y la actuación puede llegar a ser un poco extrema, pero Meryl Streep a veces es así en el cine, siempre con tanta verdad, siempre tan humana y real… Supongo que, para un buen actor, el trabajo es siempre el mismo. No sé… No me parece que haya demasiada diferencia entre la televisión y el cine. En televisión se trabaja más rápido y se vive un personaje mucho más tiempo… Pero, más allá de la velocidad, el trabajo delante de una cámara es el mismo.
¿Si te dieran a elegir entre el cine y Netflix? Pienso en términos de proyectos. Antes, solamente queríamos hacer cine y ahora el nivel es muy parejo. Por eso depende del proyecto, al menos para mí.
¿Y si te piden asistir a un casting? Todavía voy a audiciones, pero en general son reuniones para conocer a los directores personalmente o a través de llamadas de Skype.
¿Es mejor conseguir un personaje sin tener que hacer casting? Amo los castings, porque puedo descubrir si hago bien mi trabajo. Si me ofrecen un personaje sin siquiera probarlo, yo misma hago mi casting para ver cómo me sale. Las veces que no pasamos por una audición, la hacemos en la mente del director, aunque sea una audición secreta en la que nunca sabremos que participamos.
¿Qué actrices te inspiran en tu trabajo? Siempre me ha gustado Amy Adams. Puede hacerlo todo. Se transforma. Mis amigos no me soportan porque cuando veo una película estudio y examino las actuaciones. Me apasiona ver lo que pueden hacer los actores. Me encantan también Michelle Williams, Cate Blanchett y Juliette Binoche.
Al verte en una pantalla, ¿también analizas todo y criticas cada uno de tus movimientos?
No examino a los actores para juzgarlos. Solo trato de absorber, y ver cómo la gente se abre y se revela. No hay nada más excitante que ver algo así, cuando un actor te emociona y te inspira… Pero, sí soy muy crítica conmigo. Es la parte que todavía estoy aprendiendo a controlar. Es mi ego. Me gustó tanto filmar Rebecca que decidí no verla terminada. Muchos actores lo hacen. No ven sus trabajos porque así es el proceso: nuestro trabajo tiene que ver con la experiencia de la actuación. No estamos involucrados en el resultado final. Y, si no puedo dejar de criticarme, pienso dejar de verme.
¿Cómo fue la experiencia de filmar la segunda parte de Mamma Mia? ¿Sentiste la presión de interpretar la versión joven de Meryl Streep? Fue un tremendo desafío, pero vivo con el mantra de que todo lo que hago tiene que darme miedo. Es lo que sentí con Mamma Mia. Vi la versión de teatro como ocho veces. Estaba obsesionada en mi adolescencia y sabía cada una de las palabras de cada canción… Llegar para la segunda parte de un éxito ya formado fue lo único que me hizo dudar, pero después pensé que podía reinventar y descubrir este personaje... Fue todo tan divertido… Incluso, viajé a Estocolmo para grabar con Björn (Ulvaeu), de Abba. Fue maravillosa la experiencia de pretender que era una estrella pop.
¿Eres fanática de la Cenicienta y de tu “Donna” en Mamma Mia? ¿Están esos entre tus personajes favoritos? Cada uno de los roles que interpreto tiene un impacto en mí y se queda conmigo en diferentes niveles. Siento que ya forman parte de la persona que soy. Es por eso que no puedo mencionar a un personaje como favorito. Todos forman parte de mí. Me pasó con Rebecca y me costó mucho dejarla ir. Me dio miedo, porque ella es muy ansiosa y tuve ataques de pánico durante varias semanas. No podía sacarme el personaje de encima.
¿Es la misma película Rebecca que protagonizaron Laurence Olivier y Joan Fontaine? Sí, pero esta vez la filmamos para Netflix. Es una historia increíble con una especie de romance gótico de suspenso y terror bastante oscuro. Hitchcock filmó la versión original, pero está es muy diferente. Ya vas a ver.
