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JOAQUÍN PHOENIX CON EL OSCAR QUE SIEMPRE FUE SUYO
Por Fabián W. Waintal.
Desde el estreno mundial del filme Joker en el Festival Internacional de Cine de Venecia, cuando Joaquín Phoenix ganó el León de Oro, el máximo galardón del certamen, ya se mencionaba el Oscar.
Incluso, antes de los premios Golden Globe o SAG, el Festival de Toronto agregó un tributo especial para él que recordó los mejores momentos de su carrera.
Antes de la del Joker, Joaquín ya tenía tres postulaciones al Oscar. La primera fue por Gladiator, la segunda, por su personificación de Johnny Cash en Walk The Line y la tercera, por interpretar a un veterano de guerra en The Master.
Para cuando lo nominaron por cuarta vez, por The Joker, ya nadie lo dudaba. El Oscar que ganó ayer en la categoría de Mejor Actor fue siempre suyo.
Así como el cine cuenta el comienzo de la historia de Joker, ¿puedes contar el comienzo de Joaquín Phoenix como actor?
Empecé a trabajar como actor a los ocho años… A los 16, mi hermano River insistió en que viéramos la película Raging Bull y me dijo que tenía que volver a actuar. Eso cambió mi vida. Mi madre trabajaba como secretaria del encargado de castingsde NBC, y por él también conocí a mi representante, Iris Burton. A ellos le debo todo, porque cambiaron mi carrera y mi vida.
Esta nueva versión del Joker de Joaquín es también la primera vez que el personaje tiene su propia película, su propia historia, en la que Batman es un personaje de reparto.
El director, Todd Phillips, la imaginó inspirándose en Taxi Driver, que protagoniza Robert De Niro, mientras que Joaquín admite que a él lo inspiró la personificación del Joker que hizo su actor favorito, Heath Ledger.
Así es cómo decidieron contar el origen de este personaje, un incomprendido social que se gana la vida trabajando como payaso y que tiene una risa descontrolada, que tiene que ver con una enfermedad mental que trata de reprimir con la utilización de varios medicamentos.
¿Cuál fue tu primera impresión del papel de Joker?
Me pareció que no tenía límites de cómo podía llegar a interpretarlo y todo lo que podía hacer con él. Sentí que no tenía reglas y eso era algo muy atractivo para mí, pero lo más importante fue la reunión con el director. Todd tenía un punto de vista del personaje muy particular y el tono que siempre quiso darle era muy atractivo.
¿Es cierto que al principio dudaste en aceptar?
Para ser honesto, no fue una decisión fácil…, pero después hubo algo que terminó atrayéndome a medida de que fue evolucionando todo. Se volvió algo que no había anticipado y resultó en una de las experiencias más grandes de toda mi carrera.
¿Cómo fue tu primer contacto con Joker?
El primer paso fue perder peso y así también descubrí el efecto psicológico (ríe). Era imposible evitarlo cuando perdí peso en tan poco tiempo... Al principio de los ensayos, Todd me dio una agenda del Joker, un diario íntimo que me ayudó mucho. No tenía idea de por dónde empezar. Era un diario vacío, que me dio para que escribiera lo que quisiera. No sabía qué escribir y hasta le pedí algunas sugerencias que ignoré por completo (ríe). Con el paso del tiempo, todo empezó a surgir sin darme cuenta de que sería una buena forma de descubrir al personaje.
¿Qué otros factores influyeron tanto en la actuación como para ganar un Oscar?
El proceso fue muy largo. No fue lineal ni directo. La curiosidad empezó al analizar los medicamentos que Arthur Fleck (que luego se convierte en Joker) estaba tomando, por los efectos secundarios que podían tener. Es lo que también nos llevó a darnos cuenta de sus cambios extraños de peso… Esto es algo que no hubiera imaginado antes de entender los efectos secundarios de la medicación. Después leí libros sobre asesinos políticos que comparten una personalidad similar a la que descubrí en Arthur. Tampoco quiero resaltar esos factores, porque esa gente ya ha tenido demasiada atención. Ni siquiera quiero nombrar a las personas en quienes basé mi personaje. Y seguramente hay otros factores que ahora no recuerdo...
¿Y la risa de Joker?
Todd me mostró algunos vídeos y me describió la risa como algo doloroso. Me pareció bastante interesante, porque todos imaginamos cómo es su risa, pero esta fue una forma más fresca de verla...
Entre los nominados al Oscar de su generación, ninguno es tan controvertible como Joaquín.
Solo hay que recordar el día en que anunció que se retiraba de la actuación para dedicarse al rap, para decir después que solo había sido una burla como parte del documental I’m Still Here, dirigido por Casey Affleck. O que, al recibir el equivalente del Oscar en Inglaterra, el BAFTA, tildó de racistas a sus colegas.
Sin embargo, más allá de sus logros y situaciones, Joaquín ha logrado algo que parecía imposible: convertir en vegetariano al fabuloso mundo de Hollywood.
Todo empezó en la noche de los Golden Globes, cuando, en su honor, la cena que sirvieron fue vegana en un ciento por ciento. Lo mismo pasó después con el premio SAG del Sindicato de Actores, que no sirvió carnes durante su entrega.
La fiesta oficial del Oscar no fue la excepción. Aunque sirvieron la carne japonesa Wagyu y salmón cortado con la silueta del Oscar acompañado de caviar, el 70 por ciento del menú se basó en vegetales.
¿Te das cuenta del cambio que impusiste en Hollywood con la comida vegana?
Me parece un paso muy importante lo que pasó en la fiesta de los premios Oscar, Igualmente, los premios SAG, los Critic's Choice y la cena del Golden Globe me parecieron excelentes. La ganadería es la tercera causa del cambio climático. Utiliza el 70 por ciento del agua y contamina otra gran parte. Las estadísticas son impresionantes y ya no podemos negar las evidencias. Ya sabemos lo venenoso que es fumar, tanto, que está prohibido hacerlo en lugares públicos. Por eso creo que consumir productos animales ya no es una elección personal, pues tiene una consecuencia dramática para el resto del mundo.
