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JAVIER BARDEM COMPROMETIDO MÁS ALLÁ DE SU OFICIO

Por Fabián W. Waintal.


Penélope Cruz había pasado por el Festival Internacional de Cine de Venecia (para promover el filme Wasp Network) cuando Javier Bardem aterrizaba en los festivales de Toronto y Zurich con una misión “de película”: conseguir apoyo para convertir el 30 por ciento de los océanos en santuario, buscando que en esas áreas se prohíba la minería, la pesca y otras industrias destructivas.



Ya presentó la propuesta ante las Naciones Unidas y ahora estrena el documental Sanctuary, para cuya realización viajó con Greenpeace a la Antártida, donde vio, de primera mano, los efectos del calentamiento global.



Tienes 50 años. ¿Has notado en ti alguna diferencia?

Bueno, es una edad que te cae diferente que los 48, ¿no?... Yo intento cuidarme. Los 50 son los nuevos 49 (ríe).


¿Tiene algo que ver con haberte asociado con Greenpeace para luchar contra el calentamiento global?

La gente de Greenpeace lleva trabajando 30 años. Están cogiendo pruebas de todos tipos: de especies de animales, en el terreno, las aguas y la tierra para demostrar lo que pasa cuando se toman decisiones. El drama es más inminente, y la necesidad de acción por parte de los gobiernos es más urgente de lo que pensábamos porque está sucediendo de una manera muy rápida.



Justo en la semana que estrenaste Sanctuary en el Festival de Zurich, se desprendió de la Antártida un bloque de casi 1,200 millas cuadradas. ¿Con el cine muestras experiencias semejantes en primera persona?

Sí, lo vi con mis ojos. Estaba en el océano Antártico, a bordo de un barco donde ahora podrías ir en manga corta. Eso sucede y no es normal andar en manga corta en el Antártico. Era verano, pero, aun así, no es normal esa temperatura. Como no es normal que en España ya no hay estaciones: hace mucho calor o hace mucho frío. Tengo 50 años y recuerdo que, a los ocho o diez años, había primavera y otoño. Ya no existe eso. Como no son normales todas las bestialidades que están sucediendo a nivel de tsunamis, huracanes y tornados con una frecuencia extraordinaria… El asunto no es ser activista o no. Es que esto va más allá de nacionalidades, partidos políticos, intereses económicos y clases sociales.



¿Cómo se puede generar un verdadero cambio?

A nivel individual, hay muchas cosas que se pueden hacer y hay que hacerlas. Pero creo que el asunto va con que los gobiernos cambien las políticas económicas y de consumo, que inviertan mucho dinero en crear una economía sostenible que no sea usar y tirar, usar y tirar. Y dicen los expertos, no yo, que además es un negocio, que si tú inviertes ahora, dentro de diez años se te va a devolver cinco veces más, mientras que, si no pones dinero ahora, dentro de cinco años posiblemente vas a perder diez veces más. Eso lo dicen los economistas.



¿Sanctuary es una forma de aprovechar bien la fama?

Sí. Es una forma de dar voz, una plataforma para que hablen y expliquen aquellos que saben hablar y explicar, contando de una manera entretenida y humor la experiencia de un ciudadano como yo, que no sabe nada y va aprendiendo sobre la marcha. Pero el gran detonante ha sido Greta Thunberg, que ha atraído a cientos de miles de adolescentes, ciudadanos de un mundo que estamos dejando inhabitable y que no tienen miedo de decir quiénes son los culpables. Ellos son los futuros votantes y consumidores.



¿Notas que la gente te escucha por ser Javier Bardem?

Sí, evidentemente tenemos una oportunidad. Quienes tenemos cierta celebridad podemos usar los altavoces que mucha gente no tiene. No es una responsabilidad, sino una maravillosa oportunidad de dar voz a aquellas cosas que merecen la pena. Evidentemente, hay tantas en el mundo... Este es mi cuarto documental después de Médicos sin fronteras. Hay mil cosas de las que hablar.



Después de haber filmado varios documentales, ¿te animarías a filmar uno de tu propio “santuario”, mostrando a tu familia con Penélope al estilo Kardashian?

(Risas) No, ¡Dios! Soy lo más privado que hay. Me parece muy bien si quieren hacerlo, pero eso no va conmigo.



¿Cómo es que Penélope no está en el documental? Nos mal acostumbraron a verlos juntos en Todos lo saben y la película sobre Pablo Escobar y, de repente, Penélope estrena Wasp Network y tú, Sanctuary en diferentes festivales en diferentes partes del mundo. ¿No los vamos a volver a ver juntos?

Hemos tenido la suerte de coincidir en varios proyectos últimamente, pero salieron de esa manera, no fue un plan. Ella es una actriz extraordinaria y también ayuda mucho a nivel logístico, pero trabajar juntos… no podemos hacer de esto una fórmula. Los proyectos piden solo lo que necesitan. En Todos lo saben, de Asghar Farhadi, y Escobar: La traición trabajamos juntos, pero no siempre es así. Por ejemplo, estoy en conversaciones con Disney para hacer la película de The Little Mermaid.



¿Podemos confirmar que vas a ser el Rey Tritón, entonces?

Bueno, no sé a quién voy a hacer. Son conversaciones. Ojalá salga. Estuve con Rob Marshall, el director, y le dije que es importante que yo, no sé si yo... que el Rey Tritón hable de los océanos, para dar el mensaje de cómo se contaminan los mares, aunque sea en el año 1800, porque está basada en el cuento de (Hans Christian) Andersen.



¿El dibujo animado original no la mostraba a ella coleccionando utensilios y basura de los seres humanos?

Exacto. Hay que mostrar que el ser humano está contaminando los mares… Es importante que esto se diga porque el rol de las generaciones está cambiando, ellos están mucho más interesados.



¿Qué hay de cierto sobre un nuevo rodaje de Frankestein y una serie sobre Hernán Cortés?

Lo de Frankenstein es un proyecto que lleva tiempo hablándose y ya ves cómo son estas cosas… No es real hasta que dicen: "Acción". Ojalá salga, porque es un personaje muy hermoso y especial, sensible también, un bebé prisionero en un cuerpo que no le pertenece, un cuerpo de monstruo. Y lo de Hernán Cortés sigue, está yendo para adelante y la verdad es que estoy muy ilusionado porque es un proyecto muy ambicioso. Tenemos un equipo en México extraordinario. La historia es muy potente y creo que nunca ha sido contada como se va a contar esta vez.



Justamente se cumplen 500 años de la conquista de Hernán Cortés, pero es un tema delicado para México en particular, que no lo ve igual que España...

Sí, es un tema delicado que tiene que retratarse. Nunca ha sido retratado de una manera explícita, concreta. Desde el siglo XXI no podemos entender las cabezas de aquella época. Es muy fácil enjuiciar a personalidades, a caracteres tan distantes a los que conocemos ahora desde nuestro lugar hoy. Hay que adentrarse en esas cabezas, hay que entender qué significó el encuentro de dos mundos absolutamente dispares, desconocidos… Es como aterrizar en Marte. Y es importante comprenderlo desde nuestra perspectiva.

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