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EL ALMACÉN DEL VINO SE LUCE EN SU NUEVO ESPACIO
Con la idea de seguir desarrollando la economía local, incluso en tiempos de retos económicos, B. Fernández & Hnos. inauguró las nuevas instalaciones de El Almacén Del Vino en la avenida San Patricio, en Guaynabo.
Con una amplia variedad de exclusivos vinos, espíritus destilados y cervezas locales e importadas, este nuevo capítulo se suma a los más de 20 años desde el establecimiento de El Almacén del Vino para continuar brindando productos de calidad y educación a los consumidores.
“El Almacén del Vino es la casa de los aficionados a los vinos, espíritus destilados y cervezas. Este es uno de los proyectos desarrollados más significativos de nuestra empresa, ya que nos mantenemos apostando al crecimiento económico de la Isla, mientras seguimos firmes en potenciar el desarrollo de estas categorías de productos localmente”, indicó Ángel E. Vázquez, presidente de B. Fernández & Hnos.
Uno de los atractivos principales de la nueva instalación es su diseño moderno con sobre nueve mil pies cuadrados distribuidos en tres pisos y desarrollado por el arquitecto Salvador Alemañy.
Como parte de la nueva experiencia, podrás recibir la ayuda de expertos al momento de seleccionar las bebidas más convenientes para cada ocasión.
“Se concretó una alianza educativa con la Wine & Spirits Education Trust. Esta organización radicada en Londres es una de las más importantes del mundo, y B. Fernández se convierte en el hogar oficial de lo que será el programa educativo más completo en Puerto Rico”, abono Andrés Lugo, director de ventas y mercadeo de vinos.
El nuevo hogar de El Almacén del Vino es la visión de Alemañy y L. A. Architects. Inspirándose en la viña a la hora de diseñar cada detalle, el reconocido arquitecto tomó también en consideración el legado de B. Fernández en Puerto Rico.
En su fachada principal se elaboró una pieza en aluminio calado inspirado en la forma de la hoja palmeada, característica de la vid. A la vez, esta obra escultórica aporta eficiencia energética, arrojando sombra a la piazzetta de entrada y protegiendo la fachada suroeste de los rayos directos del sol.
El espacio interior se concibió como uno abierto, en el que las marcas fueran protagonistas. El área principal está demarcada por la instalación del mueble de los mágnum y el área de caja. Ambos puntos están realzados por un dosel que repite el patrón orgánico, distintivo del primer plano de la fachada exterior. Todas las periferias fueron trabajadas y atendidas pensando en la organización de los productos, y la estantería se diseñó y trabajó para que fuera complementaria a la arquitectura concebida para El Almacén del Vino.
El interiorismo se atendió con detalle, tomando en cuenta que es a través de este que entras en contacto físico con la estructura y los productos.
El Almacén del Vino cuenta con espacios con ambientes diversos, entre estos, en el nivel principal, el área de ventas y el Salón Privé. El primero tiene más de dos mil pies cuadrados con alrededor de 800 referencias de vino, 80 de cervezas y unas 40 de espíritus destilados.
Mientras, el Salón Privé es una recreación del mostrador del Colmado Fernández en la antigua Marina del Viejo San Juan, donde los hermanos Bernardo, Constantino y José comenzaron su aventura en Puerto Rico a fines del S. XIX. Aquí hacen degustaciones privadas, reuniones y conferencias.
En la planta baja están el salón de cata, que acomoda hasta 50 personas, tiene cocina y monitores; y las cavas privadas, con 78 espacios para alquiler que fluctúan entre 36 p3 y 320 p3, que acomodan entre 100 y mil botellas.
Mientras, el nivel superior alberga la terraza de más de dos mil pies cuadrados, un espacio para consumir o realizar eventos.
