ANA ISABELLE ACTRIZ, CANTANTE Y BAILARINA
Por Tamara Ortiz Rivera | Fotos Daniel Figueroa
Enfocada en hacer cumplir su visión
“Hay momentos en que he pasado por decepciones, pero nunca me he arrepentido. Esta es mi pasión y lo que más disfruto”.
Hace 15 años, aproximadamente, creó un vision board en el que colocó fotos y descripciones específicas de sus anhelos. Recientemente lo revisó y notó que, prácticamente, había logrado todo lo que se había propuesto. Sin embargo, uno de esos sueños tenía un significado especial.
Ana Isabelle soñaba con ser dirigida por Steven Spielberg, y hace dos años lo logró.
“Fueron siete audiciones, desde marzo hasta noviembre de 2018. Para las últimas dos, hasta hice una cadena de oración con mi familia, hicimos ayuno... El día antes de Acción de Gracias recibí la llamada de mi manejadora para decirme que el personaje era mío, pero me quedé callada y les di la noticia al otro día”, rememora.
Afirma que trabajar junto a Spielberg, no solo es un sueño cumplido, sino un privilegio que jamás olvidará.
“Es una bendición que no puedo explicar. Seis meses viéndolo todos los días... y con Tony Kushner, el escritor de esta nueva versión. Es un gran privilegio”, sostiene acerca de su experiencia en el filme West Side Story, en el que interpreta a “Rosalía” y que estrenará en la pantalla grande en diciembre.
En este vision board también tenía fotos de un apartamento en Miami y la vida neoyorquina, sueños que también alcanzó. “El apartamento que tuve en Miami, lo decoré exactamente como estaba en el board y ya llevo cinco años radicada en Nueva York”, dice.
No todos tienen el privilegio de saber desde pequeños a qué desean dedicarse en la adultez, pero Ana Isabelle lo tiene claro desde los cinco años. “Tengo un vídeo en el cual le digo a mis papás que quería ser cantante, actriz y bailarina. Siempre lo supe”, comparte.
Y es que las artes no le son ajenas, ya que nació en el seno de un hogar de artistas. Su padre, Carmelo, es profesor de trompeta y perteneció a la orquesta de Gilberto Santa Rosa y su madre, Ana Esther, fundó el Coro de Niños de Caguas.
Desde los cuatro años tomó clases de lectura de música, guitarra, solfeo, técnica vocal, baile y actuación. Además, su madre siempre estaba muy pendiente de las oportunidades que pudiesen beneficiarla.
“Cuando tenía diez años, en Notre Dame (colegio donde estudió), hicieron un casting para un concierto de MDO, fui una de las escogidas y me pagaron. Esa fue mi primera oportunidad”, cuenta la también bailarina, quien interpretará a “Vanessa” en la puesta en escena de In the Heights, escrita por Lin-Manuel Miranda, en la Isla.
Más adelante hizo voice overs, mientras continuaba preparándose en baile comercial, violín, piano…, hasta que le llegó su segunda gran oportunidad: la primera puesta en escena en la Isla del musical ¿Quién mató a Héctor Lavoe?, en la cual interpretó a una de las cuatro actrices principales. Ya en ese momento descubrió que, para ella, no había vuelta atrás.
Pese a que ha tenido sus decepciones en el quehacer artístico, la intérprete de La vida es bella no se quita.
“Hay momentos en que he pasado por decepciones, pero nunca me he arrepentido. Esta es mi pasión y lo que más disfruto. Creo en los dones que Dios te dio. Tus talentos son un don de Dios y, si Dios te los regaló, tienes que usarlos”, insiste la también cantante, graduada de relaciones públicas y publicidad de la Universidad de Puerto Rico y quien planifica tener listo un sencillo para el verano.