MISS GALA MADRE MÁS ALLÁ DE LAS CONVENCIONES
Por Lorna Zayas Rodríguez | Foto Maydeline Inés | foto: Giován Cordero
Al ver a Miss Gala, la reacción de las personas es generalmente la misma. Es imposible no fijarse en ella. Lo primero que el ojo capta es su extravagancia y su drama.

Vestiduras y tacones llamativos, pelucas y un maquillaje pronunciado son algunas de las cosas que distinguen a Natalia Vázquez, su nombre de pila. Sin embargo, debajo de su fachada rimbombante hay mucho más.
Miss Gala baila a su propio ritmo. Las convenciones sociales no son lo de ella. “A veces, la sociedad te quiere encajonar diciendo que las cosas tienen que ser de cierta forma. ‘Ya eres madre… Te tienes que quitar las uñas, no te puedes maquillar, vas a engordar, no vas a tener tiempo para ti…’.
Mi propuesta lucha contra esto. ‘Pero ¿por qué ella está tan maquillada y producida?’. Porque así lo deseo”, dice con convicción quien se convirtió en mamá “oficialmente”, en septiembre de 2019, de la hermosa Gala, fruto del amor que comparte con su esposo, Eduardo Galarza.
Lo de “oficialmente” es importante, porque la comunicadora ya se sentía madre de sus perros afganos, Nina y Nico. “Nunca voy a poder describir ni hacer justicia del amor que siento por ellos, porque antes que Eduardo y mi hija estaban ellos. Son tan hijos como mi hija. No son comprados; vienen de situaciones comprometedoras y difíciles. Cuando los perros recibieron a la bebé comprobé que son ángeles sobre la tierra. No les preocupa más nada, solo que todos estén bien”, comparte, emocionada, la bloguera e influencer boricua, quien, con cerca de 45 mil seguidores, escribe acerca de estilos de vida.

“Quería ser una mamá bien extra, pero eso es lo físico. Esto está atado a que a mi hija le tengo que enseñar que si se quiere maquillar o no se quiere maquillar, lo puede hacer.
Nadie le puede decir cómo hacerlo. El libro que queremos venderle a todo el mundo de que la vida es de una forma es erróneo y hace mucho daño”, considera quien ideó la plataforma MissGalaPR.com hace seis años.
“Ahora estoy más presente en redes sociales, pero mi proyecto comenzó en un espacio digital donde redactaba temas de belleza, moda y estilo de vida. Con el boom de las redes, tuvimos que estar más presentes en ellas”, expresa quien asegura estar viviendo su sueño profesional. “Cuando comencé esto del blogging o a exponerme digitalmente, sabía que se podía monetizar, pero no sabía si la industria estaba preparada en Puerto Rico”, explica.
“Para mi sorpresa, ha llegado a la Isla una gran educación de cómo el influencer puede ser efectivo para un trabajo de publicidad, para levantar emociones y cambiar opiniones, y las marcas han empezado a confiar en nosotros”, expresa quien se muestra a menudo con su esposo y su hija, una ramificación de la decisión de compartir con sus seguidores, a quienes llama “mis amigos”, su vida a 360 grados.
“Esto no es una peliculita. Soy una comunicadora y tengo que ser responsable”, manifiesta Miss Gala, para quien la honestidad es esencial. “Si no creo en una marca, no la uso y no la apoyo”, expone.
Ser auténtica, considera, es la clave de todo. Las redes no son un filtro suficientemente fuerte como para esconder a una persona no confiable. Esto lo sabe y por eso se rige quien le da gran mérito a su compañero, quien le brinda “mucha crítica constructiva y dirección”, y cuyo insumo en su proyecto considera “esencial”.