De escuela abandonada a centro de innovación: Casa KAI abre sus puertas
La firma de diseño Marvel ha completado la rehabilitación de la antigua Escuela Graduada Segundo Ruiz Belvis en Santurce, transformándola en Casa KAI, un centro educativo dedicado al arte y la tecnología. Este proyecto no solo rescata una pieza clave del patrimonio arquitectónico de la ciudad, sino que también dota a la comunidad de un espacio que impulsa la creatividad, el desarrollo profesional y la conexión con la cultura local.
Construido en 1924 y cerrado por el Departamento de Educación en el 2018, el edificio forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos. La rehabilitación de la estructura de dos niveles, y con influencias italianas en su ornamentación, ha sido cuidadosamente diseñada para mantener la integridad de la estructura original, a la vez que le devuelve su esplendor respetando el legado del arquitecto Carlos del Valle Zeno. El proyecto se adapta a las necesidades contemporáneas de Casa KAI y pone en valor el compromiso que tiene la entidad, no solo con su comunidad inmediata, sino con todos los puertorriqueños; según explicó Karen J. Cuadro Esteves, AIT, diseñadora de Marvel y especialista en conservación histórica.
El proyecto, que abarcó 22 meses de construcción y trabajo colaborativo de diseño, incluyó la conservación de elementos originales del edificio, como las losas hidráulicas, vigas ornamentales, ménsulas y pisos de terrazo, al mismo tiempo que se integraron componentes modernos para garantizar la sostenibilidad, accesibilidad y eficiencia energética del lugar. Marvel, conocido, entre otras intervenciones, por su enfoque en la restauración de estructuras históricas, también se encargó del diseño del paisajismo.
La arquitecta Raquel Marrero, AIA, socia de Marvel, destacó que “la historia más importante de la renovación de este edificio histórico es que, con intervenciones de diseño muy puntuales y estratégicas, que no pretenden protagonismo, se ha regresado dignamente un edificio muy significativo al acervo histórico del área y de esta comunidad, alargando su vida con nobleza”.
Cabe señalar que la intervención arquitectónica se caracteriza por la recuperación del eje central del edificio, que vincula el patio interior con una escalinata, concebida como un área destinada al disfrute comunitario, según comentó el arquitecto Ernesto Vázquez, quien también formó parte del equipo del proyecto. Este diseño, sumado a la creación de un anfiteatro al aire libre, subraya la intención de integrar el centro con la comunidad, proporcionando un espacio ideal para la expresión artística y el intercambio cultural.