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CRUCERO POR EL MÁGICO RIN

Por Enrique Sancho. Fotos Carmen Cespedosa y Croisi Europe.


Recorrer Europa admirando ricas culturas que se fueron originando al calor de las cuencas de sus ríos es una experiencia atractiva e inolvidable.



Una de las propuestas más atractivas, una de las más relajantes y enriquecedoras, es un crucero fluvial, que reúne lo mejor de un viaje organizado con la libertad de elegir lo que quieres hacer.



Las propuestas de CroisiEurope, líder mundial en este tipo de cruceros, con una flota de 54 barcos, incluyen los recorridos más interesantes al tiempo que disfrutas de la mejor gastronomía, vinos y copas durante todo el recorrido, sin cargos extras y con atención personalizada en español.



Un crucero fluvial es un medio cómodo de conocer otros países. El hecho de recorrer Europa admirando ricas culturas que se originaron al calor de las cuencas de sus ríos es una experiencia atractiva e inolvidable.



Aunque esta compañía ofrece también cruceros en África austral, Vietnam, Camboya, Birmania, China, Chile y Rusia, los más atractivos son los que discurren por los grandes ríos europeos: Danubio, Sena, Volga, Duero, Guadalquivir, Rin... Este último reúne casi todo: grandes ciudades, fortalezas medievales, suntuosas residencias, abadías, palacios barrocos y campos cubiertos de vides.


Comienzo o final en Ámsterdam o Estrasburgo

Una de las ventajas de este crucero fluvial es que comienza o termina en Ámsterdam o Estrasburgo, dos de las ciudades más bellas de Europa, lo que permite ampliar el viaje en cualquiera de estas ciudades (o en las dos).


Amsterdam, Holanda
Amsterdam, Holanda.

En cualquiera de las opciones, se tienen dos días a disposición en Ámsterdam, alojado en el barco. Puedes visitar la capital holandesa por tu cuenta o en una excursión, disfrutar de edificios históricos, museos y un ambiente jovial.


Si organizas bien tu tiempo, puedes hacer una excursión a dos de los pueblos más bellos de Holanda: Volendam y Zaanse Schans. El primero es un antiguo pueblo pesquero a orillas del IJsselmeer que se conserva como en el siglo XVII.



El Zaanse Schans es una de las principales atracciones turísticas de Holanda. Es un barrio residencial y lugar de trabajo que cuenta con museos, molinos, tiendas, oficios de antaño, restaurantes, una oficina de información y un servicio de excursiones en barco. Este parque es una reproducción fiel de la vida en la comarca del Zaan durante los siglos XVII y XVIII.



Paseando entre casas de madera, almacenes y molinos de viento del Zaanse Schans, se tiene la sensación de retroceder a una época lejana. En el pasado, existieron más de mil molinos a orillas del río Zaan, seis de los cuales se pueden admirar hoy.


En primavera no hay que perderse una excursión a Keukenhof, el más bello jardín del mundo. Entre finales de marzo y mayo puedesdisfrutar de la floración de más de sietemillones de tulipanes y todas las otras flores por las que Holanda es famosa: jacintos, narcisos, orquídeas, rosas, claveles, liriosyazucenas, entre otras.


Keukenhof, Holanda
Keukenhof, Holanda.

El río más romántico

El viaje que propone CroisiEurope permite descubrir, además,los encantos de otras bellas localidades holandesas, como Nimega y el museo Kröller Muller.


También, las ciudades alemanas de Krefeld, Colonia, que guarda las reliquias de los Reyes Magos en un sarcófago de oro y piedras preciosas; Koenigswinter, Rüdesheim, Mannheim y Heidelberg.



En Heidelberg no debes perderte la visita a su magnífico castillo, parcialmente en ruinas, y las terrazas geométricas del jardín del Palatinado, el Hortus Palatinus, consideradas como la octava maravilla del mundo.


Estrasburgo, Francia
Estrasburgo, Francia.

Para terminar, la francesa Estrasburgo, donde debes visitar el casco antiguo y Petite France, su barrio más famoso, con canales, casas con entramados de madera y callejuelas.

El barrio, también conocido como “Nueva Ciudad”, define un nuevo urbanismo con amplias vías de circulación, y edificios administrativos y culturales de gran presencia.


Sin embargo,el crucero por el Rin resulta espectacular, sobre todo, por los castillos y fortalezas que se descubren al paso, por las iglesias y palacios que se asoman a sus orillas, por los bosques y los viñedos que beben de sus aguas.



El tramo del Rin entre Coblenza y Maguncia, que recorre el valle más legendario de Alemania, es impresionante. Estas casi 50 millas en el corazón del antiguo Sacro Imperio Germánico discurren entre meandros y desfiladeros, culminadas por una treintena de castillos y punteados por pueblitos tradicionales rodeados de viñas escalonadas.


Heidelberg, Alemania.
Heidelberg, Alemania.

Hadas maléficas y vinos divinos

Más allá del gran meandro de Boppard, las ciudades medievales de Sankt Goar y Sankt Goarshausen sumen al viajero en la leyenda de Loreley. En esta parte, el río tiene menos de 500 pies de ancho, pero la fuerza de la corriente es tal, que causaba frecuentes naufragios.

Una sirena o «hada del Rin», Loreley, reclinada sobre una peña, atraía con sus cánticos a los navegantes hasta hacerlos naufragar contra rocas a la vera de los viñedos. Loreley es hoy una escultura junto a la que pasan los cruceros que recorren el Rin. Ya no ejerce su influencia, pues la propia mujer se tiró del acantilado para remediar la fatalidad de su encanto.



A partir de aquí, el viaje encadena pueblos monumentales como Bacharach y Lorch, y fortalezas como el castillo de Gutenfels. Este último, asentado junto a la localidad de Kaub, antes estuvo conectado con la fortaleza de Pfalzgrafenstein, erigida en el siglo XIV sobre el islote de Falkenau.



Una de las últimas etapas es Rüdesheim, capital de Rheingau y famosa comarca vitivinícola. Hay que pasear por su calle Drosselgasse, repleta de tabernas con jardines que sirven los vinos blancos y tintos de la zona. El contrapunto cultural es el Museo del Vino (Weinmuseum), que ocupa el castillo de Brömserburg, construido en el XII por el arzobispado de Maguncia y remodelado en el XIX.


Todo incluido a bordo

Hay opciones de Croisi Europe para hacer un crucero por el Rin, de tres a nueve días, con salidas frecuentes desde abril a octubre. También, propuestas para disfrutar los mercadillos de Navidad en los pueblos y ciudades a orillas del Rin. Por ejemplo, pueden recorrerse los Mercados de Navidad en el Rin, Alsacia y Selva Negra, en un crucero exclusivo en castellano, de cuatro días de duración, visitando Estrasburgo, Vieux Brisach, Colmar y Friburgo.


Alsace, Alemania
Alsace, Alemania.

Hay otro crucero de cinco días para pasar la Navidad entre Estrasburgo y Ámsterdam, con salida el 23 de diciembre. Si prefieres recibir el año nuevo en el Rin tienes un crucero con salida el 28 de Estrasburgo, visitando Coblenza, Rüdesheim y Manheim.


En los precios de los cruceros están incluidas todas las comidas, las bebidas durante las comidas a bordo (agua, vino, cerveza, zumo y café), las bebidas en el bar y salones durante la travesía, alojamiento en cabina doble exterior con ventana y baño completo, asistencia a bordo, cóctel de bienvenida, noche de gala, seguro de asistencia/repatriación y tasas portuarias.

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